22/11/14

La primera creación del hombre




La primera creación del hombre

Entonces fue la formación y la creación. De la tierra, de lodo hicieron la carne del hombre. Pero vieron que no estaba bien porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía un cuello muy grande, no podía ver para atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento.,Rápidamente se humedeció dentro del agua y no se pudo sostener.
Y dijeron el Creador y el Formador: echemos la (...) suerte con el maíz y el tzité. --¡Suerte! ¡Criatura!, les dijeron entonces una vieja y un viejo. Y este viejo era el de las suertes del tzité, el llamado Ixpiyacoc. Y la vieja era la adivina, la formadora, que se llamaba Chiracán Ixmucané.
Y comenzando la adivinación, dijeron así: --¡Que se junten y se encuentren! ¡Hablen, que los oigamos, digan, declaren si conviene que se junte la madera y que sea labrada por el Creador y el Formador, y si este (el hombre de madera) es el que nos ha de sustentar y alimentar cuando aclare, cuando amanezca!
Tú, maíz; tú tzité; tú, suerte; tú, criatura: ¡únanse y júntense!, les dijeron al maíz, al tzité, a la suerte, a la criatura.
Entonces hablaron y dijeron la verdad: --Buenos saldrán sus muñecos hechos de madera; hablarán y conversarán sobre la faz de la tierra.
-¡Así sea!, contestaron cuando hablaron.
Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera.
Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie de la tierra.
Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas.
Ya no se acordaban  del Corazón del Cielo y por eso cayeron en desgracia. Fue solamente un ensayo, una muestra del hombres. Hablaban al principio, pero su cara estaba enjuta; sus pies y sus manos no tenían consistencia; no tenían sangre, ni substancia, ni humedad, ni gordura; sus mejillas estaban secas, secos sus pies y sus manos, y amarillas sus carnes.
Así, ya no pensaban en el Creador no en el Formador, en los que les daban el ser y cuidaban de ellos.
Estos fueron los primeros hombres que en gran número existieron sobre la faz de la tierra.
Popol Vuh, "Primera creación del hombre", anónimo (fragmento)

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