26/11/14

Bécquer como escritor romántico



Los ideales de la Revolución Francesa influyeron en todas las esferas de la vida, transformando no solo las  estructuras económicas, sociales y políticas sino también las manifestaciones culturales. En ese contexto, el romanticismo surgió sobre todo como una crítica de la Ilustración y para desterrar el supuesto de la supremacía de la racionalidad por sobre las cualidades humanas.

Lo fantástico legendario



En las leyendas de Bécquer, lo fantástico está mas relacionado con lo maravilloso que con lo fantástico, porque en ellas lo legendario engloba lo natural y lo sobrenatural. Durante el medioevo, el hombre vivía lo sobrenatural como una presencia concreta. Por eso, fue desarrollando una serie de creencias, a veces basadas en antiguas tradiciones paganas, para prevenirse del mal o provocar la suerte. En la actualidad, repetimos muchas de ellas sin saber su verdadero origen. Para entender particularidades de leyenda es necesario que diferenciemos también lo fantástico legendario de lo maravilloso. En los cuentos de hadas, el ambiente no es del mundo cotidiano: todo sucede en tiempos lejanos, en reinos que no podemos situar con claridad y con seres que no guardan relación con los de nuestro mundo y que resultan arquetípicos. En las leyendas fantásticas, en cambio, el mundo es el nuestro, los seres son próximos, los ambientes son reconocibles y el tiempo no se extiende mas allá del tiempo medieval. Por otro lado, ciertas características diferencian el mundo fantástico de estas leyendas de lo fantástico en los relatos modernos, porque en estos últimos la intensión es diametralmente diferente de la leyenda: el autor busca la complicidad del autor con la perspectiva desconcertada del personaje ante una situación que supera los procedimientos racionales de comprensión de la realidad. El orden de la vida queda alterado y la intervención divina pocas veces tiene que ver con ello, En cambio, en las leyendas y textos medievales, el orden sobrenatural es parte de la vida: en las leyendas fantásticas, el lector aprende a reconocer las señales divinas; en el relato fantástico moderno, debe poner en juego su capacidad lógica interpretativa para comprender la grieta que se ha producido en su entendimiento racional de los sucesos. 


 Las leyendas de Bécquer son reelaboraciones de relatos orales tradicionales pertenecientes a la historia local. Precisamente, uno de los propósitos de los románticos era recuperar la cultura de tradición oral.



Las Leyendas de Bécquer

Como ya leíste, las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer se caracterizan por combinar una acción sobrenatural con una ambientación realista. Además, podemos sistematizar otras características a partir de lo  siguiente: 

Marco espacial: Bécquer prefiere las ciudades antiguas (Soria, Toledo, Sevilla), los castillos, templos y monasterios, las ruinas abandonadas, lugares todos propicios para la imaginación o el misterio. El entorno natural, como los sentimientos de los personajes, es lúgubre, melancólico o enigmático. 

Marco temporal: En casi todas las Leyendas el hecho culminante ocurre de noche y la época predilecta es siempre el pasado, preferentemente la Edad Media.

Protagonistas: Los protagonistas de las Leyendas suelen responder a arquetipos románticos: héroes rebeldes, hombres que no son capaces de controlar sus sentimientos y se arriesgan inútilmente en un amor que tendrá final trágico. Son enamorados, impulsivos e imprudentes. Las mujeres son hermosas, pero perversas. Encarnan valores ideales como el amor absoluto, o maléficos, como  la pasión desmedida o la crueldad. 

Desenlace: Los desenlaces son siempre trágicos, consecuencia de una conducta imprudente o de haber transgredido una prohibición.

El elemento clave: el prodigio: En las Leyendas hay un momento culminante en el que ocurre un prodigio, un hecho maravilloso que rompe la normalidad. En ocasiones este prodigio tiene un carácter sagrado, como en el Miserere o en Maese Pérez el organista; otras, se basa en creencias populares o supersticiones: lagos encantados (en Los ojos verdes), muertos vivientes (en el Monte de ánima, o el Miserere), etc. En todos los casos el elemento clave es el misterio: la confusa frontera entre la realidad y la imaginación.

Narrador: El narrador recurre al recurso de mostrarse como un cronista que ha recopilado el relato que nos dará a conocer como si fuese un folclorista. Pero este narrador escamotea sus fuentes, a medias reales, a medias fingidas. La apelación a la fuente es el guiño de Bécquer al escéptico lector del siglo XIX, menos propenso que el oyente original de esas tradiciones a creer a pie juntillas en la presencia de lo sobrenatural en el mundo

Tópicos: En las Leyendas de Bécquer se tratan varios temas propios del Romanticismo: el amor trágico o imposible, truncado por la sociedad o las circunstancias; la búsqueda de un ideal inalcanzable; la maldad diabólica y la rebeldía. Pero también hay temas que reflejan el carácter y la sensibilidad del autor y su percepción de la realidad: la música como una manifestación artística sublime, la intuición, la fe religiosa. 

Lenguaje: Los relatos se caracterizan por un lenguaje elaborado, muy cercano por momentos a la poesía. La selección del léxico es muy cuidada y el empleo de recursos estilísticos muy profuso.



Otras Leyendas que también podés leer:

La ajorca de oro

El rayo de luna

Los mecanismos de lo fantástico en Cortázar

Carta a una señorita en París


Los cuentos fantásticos de Julio Cortázar cuestionan las categorías con las que comprendemos la realidad, tales como el tiempo, el espacio y la causalidad lógica. Por esta razón, puede afirmarse que presentan una visión extrañada del mundo. En los estudios literarios, se llama “extrañamiento” al fenómeno de volver extraños los objetos y la cotidianeidad, cuya percepción tenemos automatizada. Lo fantástico, entonces, se convierte, mas que en la aparición de una nueva realidad, en el replanteo de los hechos y acciones cotidianas desde una nueva perspectiva que permite no huir de lo real, sino percibirlo (y comprenderlo) de otra manera.
Para conseguir este efecto, Cortázar recurre muchas veces a alterar algunas de las conocidas dualidades con las que nos manejamos, por ejemplo, cuestionando los límites entre:

pasado/presente

acá/allá

yo/otro

sueño/vigilia

realidad/ficción

Se ha dicho que Cortázar elaboró una “literatura de pasajes”: los personajes de sus relatos van de un mundo a otro o de un tiempo a otro distinto y sus textos tematizan las consecuencias de ese pasaje entre espacios que la percepción habitual mantiene separados.

Otro recurso empleado por el autor es la elipsis, que consiste en omitir ciertos datos, lo cual conduce a infinidad de interpretaciones del relato. “Casa tomada” es el mejor modelo, ya que narrador nunca nombra aquello que “toma” la casa, y esto permite diferentes lecturas.

Ejemplos de dualidades cuestionadas en los relatos.

Lo familiar y lo extraño: En "No se culpe a nadie", una situación tan cotidiana como la colocación de un pulóver desencadena consecuencias peligrosas.

Pasado y presente: En "La noche boca arriba",  a través del dormir y la vigilia, se vinculan el México Azteca y una ciudad contemporánea al lector.

Realidad y ficción: En "Continuidad de los parques", los límites entre lo que el lector vive y la materia narrativa que está leyendo se vuelven difusos. 

El yo y el otro: La clásica temática del doble se hace presente en "Lejana", cuento en el que Alina Reyes y su doble, una mendiga en un puente helado de Budapest, se vinculan a través de las vívidas sensaciones que Alina vuelca en Buenos Aires en su diario.  

Lo racional e irracional: en "Carta a una señorita en París", la irrupción de lo ilógico se hace presente en un hombre que vomita conejos vivos que desordenan su mundo y lo conducen al suicido. 

Verdad y mentira: En "La salud de los enfermos", para proteger a una madre del impacto que podría causar en su frágil salud una mala noticia, toda la familia sostiene una mentira, a punto tal de terminar tomándola como verdad.

Otros cuentos fantásticos de Julio Cortázar

Axolotl

Casa tomada

La caricia más profunda


¿Qué es lo fantástico?



El término "Fantástico" llega al español a través del latín, que a su vez, lo toma del griego "fantastikos" que significa "relativo al sueño, la apariencia, la ilusión; aquello que se relaciona con la imagen de algo en el espíritu"

El término fantástico ha sido utilizado para englobar producciones literarias bien diversas, como las leyendas folclóricas, los relatos de terror, de fantasmas y de ciencia ficción, entre otros. Pero, ¿cómo definir con precisión lo fantástico?
Uno de los críticos que más ha reflexionado sobre este tema ha sido Tsvetán Todorov en su libro Introducción a la literatura fantástica, en el que clasifica los sucesos narrados en cualquier relato en dos grandes grupos: por un lado, los textos pueden dar cuenta de sucesos normales, es decir, regidos por las leyes físicas que gobiernan nuestro mundo cotidiano; y, por el otro, en cambio, pueden presentar sucesos anormales, que no se ajustan a dichas leyes. Por ejemplo, si un personaje tira una piedra y esta cae al suelo configuraría un suceso normal; pero si la piedra se pierde volando en la inmensidad del cielo, el hecho sería, claramente, anormal. 
Si un relato presenta, exclusivamente, acontecimientos normales nos hallamos en presencia de una narración realista; pero si combina ambos tipos de hechos, sostiene Todorov, deberíamos prestar atención a la forma en que éstos son presentados. Así, se definen tres clases de relatos:

Maravillosos
Cuando el hecho anormal no se puede explicar según las leyes del mundo real conocido por nosotros, sino que obedece a otras reglas que son las de un sistema diferente del nuestro, nos encontramos dentro del mundo de lo maravilloso, al que pertenecen los cuentos de hadas, muchos relatos folclóricos en los que intervienen criaturas como duendes, gnomos, magos, brujas y hechiceros. Este universo no cuestiona nuestra realidad, pertenece a otra esfera y tanto los lectores como los personajes aceptan que, allí, las cosas funcionan de forma muy diferente.



Extraños
Cuando el fenómeno anormal recibe, al final del relato, una explicación lógica y racional que lo normaliza, es decir que transforma eso anormal en un suceso científicamente comprobable y que solo nos ha parecido raro en virtud de un truco, ilusión o mentira, nos encontramos en el territorio de lo extraño.


Fantásticos
Cuando el hecho anormal no resulta explicable ni se lo puede ubicar en otro mundo regido por otras leyes, estamos en presencia de lo fantástico. El lector y los propios personajes dudan y así se constituye la vacilación propia del relato fantástico. El acontecimiento se presenta en este mundo -en ningún otro-, pero no puede ser explicado racionalmente; es lo suficientemente ambiguo como para no permitir ni una cosa ni otra y cuestionar así los conceptos de real e imaginario, de lo lógico e irracional que podamos poseer. De esta manera, lo fantástico vendría a ser esa franja de falta de certeza -la incertidumbre- que nos cuestiona como seres racionales y problematiza la realidad que nos rodea.

Para profundizar lee también "lo fantástico"

25/11/14

El culteranismo

¡Qué presurosa corre, qué secreta, a su fin nuestra edad!
L. de Góngora

El culteranismo fue una escuela literaria barroca derivada del conceptismo. Los escritores culteranos pusieron mayor énfasis en la forma y en la estética que en el contenido, por lo que algunos críticos afirman que se adelantaron al concepto del arte por el arte.
Se caracteriza por innovaciones y aportaciones lingüísticas, el gusto latinizante, neologismos y cultismos. Abundan las metáforas, los símbolos, los hipérbaton, los adjetivos, las modificaciones en la sintaxis, las onomatopeyas y las aliteraciones, entre otros artificios, para alcanzar una cumbre estética y crear musicalidad en los versos. Además de la sonoridad, aparecen referencias a colores, rehuyendo el léxico común ("escarlata" para rojo, "cerúleo" para azul, y "lino" para blanco). Son frecuentes los temas mitológicos y la evasión del mundo contemporáneo.

Surgimiento del antihéroe

Lazarillo se las ingenia para beber el vino de su amo

A mediados del siglo XVI se publica en España un librito pequeño: su nombre es Vida de Lazarillo de Tormes. Páginas maravillosas las de esta novela, primera impresa en el mundo. En ellas hay un sagaz, tierno, lento y matizado estudio de un doble proceso psicológico: en el alma del niño y en el alma del amo; es la primera vez que en la literatura el pobre, el miserable, el desamparado, no es objeto de risa y diversión, es la primera vez que en una novela encontramos un ejemplo de lo que podríamos llamar un carácter mixto o entreverado.

No hay héroe que sea tan enteramente héroe, ni truhán. No hay, en la vida real hombre que sea de un modo absoluto sublime o grotesco. Somos una mezcla. Y éste es el mayor descubrimiento de la novela española: el descubrimiento de la naturaleza del hombre, el descubrimiento del hombre.

Marco histórico de referencia:
En el mismo año del descubrimiento de América (1492) se había logrado la expulsión definitiva de los moros de la península Ibérica. Luego de varios años de confrontaciones internas entre el poder de la nobleza y Fernando e Isabel, casados en 1469, la unificación de España fue una realidad. Sin embargo, esta unidad solo se consolidó políticamente; en lo jurídico y administrativo no hubo centralización y Castilla, por muchos años, continuó siendo el reino con mayor dedicación por parte del gobierno real.
La ruina económica por las frecuentes empresas bélicas, la aparición de una clase social de nobles empobrecidos, los abusos de la Inquisición, el desengaño de las promesas "doradas" acerca del Nuevo Mundo, y un fuerte sentimiento católico son los rasgos fundamentales de un a época que -pese a las grandes dificultades- se expresa en las realizaciones literarias de mayor riqueza a lo largo de toda su historia.
En ese agitado mundo socio-cultural y económico, con la tendencia innata del pueblo español al realismo, y la la perspectiva crítica propia del Renacimiento, es comprensible la aparición de la primera  novela picaresca, el Lazarillo de Tormes, que narra, en un estilo autobiográfico, las andanzas de su personaje protagónico, un pícaro nacido en un ambiente pobre, dado en custodia por su madre a un ciego mendicante y que, a través de diversas ocupaciones, en manos de amos no siempre considerados, aprende formas maliciosas de conseguir casa y comida. Este personaje, muy lejos de perseguir los valores heroicos exaltados en las primeras expresiones literarias, viene a constituir el prototipo del antihéroe, tan frecuente en la producción literaria posterior y en el cine o la historieta televisiva. 

22/11/14

La épica heroica

La poesía heroica

La poesía épica recoge una gran tradición heroica griega que se fue gestando a lo largo de muchos años, durante una época conocida como la Edad Heroica, que corresponde a los siglos XIII y XII a.C. A esta tradición debemos la Ilíada y la Odisea, que derivan del ciclo legendario en torno al sitio y destrucción de la ciudad de Troya.
Este tipo de creaciones centran su interés en contar una historia heroica, protagonizada por seres humanos que pertenecían a una raza superior: los héroes o semidioses, cuya principal tarea era la persecución del honor.
Tanto para Homero como para Hesíodo, los héroes pertenecían a un pasado memorable y lejano y ya ningún mortal podía comparase a ellos. Los aedas y rapsodas, poetas itinerantes que componían y transmitían oralmente, eran considerados autoridades sobre el pasado, y sus poemas proporcionaban tanto historia como poesía.
La Ilíada y la Odisea, poemas compuestos entre el siglo IX y el siglo VIII a.C., han sido leídos de manera ininterrumpida desde su creación, inspirando innumerables versiones y reelaboraciones en todo el mundo. Sin embargo, se desconoce todo acerca de la biografía del autor. Mucho se debatió y se estudió la posibilidad de que sean una o varias personas las responsables de ambos poemas, mientras que la tradición antigua aceptaba la existencia de un autor único, llamado Homero, que provenía de la costa griega de Asia Menor.
Lo que es seguro es que Homero no creó estas historias de la nada, sino que se basó en una larga tradición oral formada desde siglos antes. A esta tradición debe sus temas, su lengua, su métrica, entre otros recursos.
La Ilíada, como ya mencionamos, se basa en las leyendas alrededor de la guerra de Troya, la cual comenzó porque París, príncipe troyano, sedujo y raptó a la hermosa Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta. Agamenón, hermano de Menelao, preparó una expedición hacia Troya para recuperar a Helena y castigar a los troyanos. La acción de la Ilíada comienza cuando los griegos o aqueos ya llevan años de guerra en Troya.
La Odisea comienza diez años más tarde, y narra las aventuras de Odiseo (llamado Ulises por los latinos) en su largo regreso desde Troya a su casa en Ítaca. Nos enteramos por los relatos de distintos personajes de los sucesos que enlazan ambos poemas: el décimo año de comenzada la guerra tuvo lugar la caída de la ciudad de Troya. Esto sucedió cuando un caballo de madera "con los héroes aqueos más importantes en su interior" fue ingresado a la ciudad.
Esos hombres, entre ellos Odiseo, la incendiaron y la destrozaron.

Los héroes

Los grandes héroes cantados por la épica y evocados en las tragedias son de características muy diversas: héroes aventureros y civilizadores que abren caminos y los despojan de monstruos, como Heracles (Hércules, para los latinos), Jasón, Teseo y Odiseo, o héroes guerreros que luchan en batallas o asedios en torno a una ciudad, como Agamenon, Aquiles, Polinice y Ayax. Peros son seres extraordinarios, emparentados con los dioses, que actúan en un marco de posibilidades superior al de la realidad natural. Así, a Heracles lo caracteriza una enorme fuerza; a Aquiles, la velocidad en combate y a Odiseo, su inteligencia y astucia para tramar salidas frente a situaciones adversas y lograr el triunfo.

¿Por qué leer?



¿Por qué leer?


¿Qué tiene que hacer la literatura, que tienen que hacer las novelas, los cuentos y la poesía en la instrucción de un pueblo? Está bien la historia, la ciencia, la filosofía… Pero, ¿la literatura?

Mucho que hacer. Porque, para empezar, siempre habrá una distinción entre el comportamiento (en el comportamiento, recalco) entre el hombre leído y el no leído y siempre a favor del hombre leído. Y según sea la conducta de cada uno de sus habitantes, será la conducta del país todo. Pues bien, la mayor parte de los hombres leídos adquirieron esa condición a partir y gracias a la lectura de un buen libro de literatura. Si no tuviese otra virtud que ésa, la literatura ya sería imprescindible para la buena marcha de una nación.

Pero tiene más. Mientras la historia se dedica a las acciones generales (y no toma en cuenta las particulares sino en lo que influyen sobre las generales), mientras la ciencia se dedica a las leyes del mundo y la filosofía a las ideas, la ficción literaria es la única que presta atención a la individualidad y a la singularidad humanas. De donde nunca le faltarán materiales con qué trabajar, pues los individuos son siempre distintos e irrepetibles.

Nadie le disputará ese dominio. Si suprimiésemos la literatura y se nos borrase la memoria que de ella tenemos, sólo nos quedarían como patrimonio legible, abstracciones y generalizaciones. Es decir, poca cosa para el conocimiento del concreto individuo de carne y hueso con nombre y apellido y un alma propia. Indigencia que sería lamentable, porque en el individuo viene a resumirse toda realidad posible. Únicamente la literatura nos la revela, mucho más allá de los alcances siempre modestos de la experiencia personal.


Marco Denevi, en Clarín, 15-3-79

LEER O PERECER


El placer de la lectura es un camino económico para mejorar en todos los sentidos. Desarrolla el conocimiento en general, proporciona herramientas para relacionarse mejor con el mundo moderno y comprender la condición humana.

Como si eso no bastara, los médicos aseguran que la mente, a través de la lectura, ayuda a prevenir el mal de Alzheimer: una dolencia degenerativa que ataca especialmente a las personas mayores y destruye la memoria como si fuera un castillo de arena debajo de un tsunami.

Una investigación que acaba de divulgar la Nacional Endowment for the Art, una organización estadounidense dedicada a la promoción de la cultura, concluyó que quien lee por placer tiene una vida mucho más activa y buen pasar que aquellos que pasan su tiempo libre viendo televisión o dedicándose a otras actividades que no exigen razonamiento.

Para los primeros, la vida es una sucesión de nuevas experiencias y de ampliación de los horizontes. Para los segundos, la madurez deriva en un proceso de atrofia mental. “La información esta cada vez más a nuestro alcance. Pero la sabiduría, que es el tipo más precioso de conocimiento, sólo se puede encontrar leyendo, especialmente a los grandes autores de la literatura. Ese es el motivo por el cual debemos leer”, dijo el norteamericano Harold Bloom, el más importante crítico literario en actividad.

Mark Edmundson, profesor de lengua inglesa de la Universidad de Virginia, es autor del libro Why Read? (¿Por qué leer?). Allí desarrolla la tesis de que la lectura es la segunda chance que la vida ofrece para nuestro crecimiento personal. 

Durante la infancia y la adolescencia -afirma Edmundson- se pasa por un proceso de socialización. Se aprende con padres y profesores lo que es cierto y lo que está errado. Se comienza a actuar de acuerdo con el sentido común. Pero luego es la lectura la que nos permite desarrollar ideas propias, conceptos y valores. Sin leer, un hombre es una oveja que sigue al rebaño. [...]

La primera creación del hombre




La primera creación del hombre

Entonces fue la formación y la creación. De la tierra, de lodo hicieron la carne del hombre. Pero vieron que no estaba bien porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía un cuello muy grande, no podía ver para atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento.,Rápidamente se humedeció dentro del agua y no se pudo sostener.
Y dijeron el Creador y el Formador: echemos la (...) suerte con el maíz y el tzité. --¡Suerte! ¡Criatura!, les dijeron entonces una vieja y un viejo. Y este viejo era el de las suertes del tzité, el llamado Ixpiyacoc. Y la vieja era la adivina, la formadora, que se llamaba Chiracán Ixmucané.
Y comenzando la adivinación, dijeron así: --¡Que se junten y se encuentren! ¡Hablen, que los oigamos, digan, declaren si conviene que se junte la madera y que sea labrada por el Creador y el Formador, y si este (el hombre de madera) es el que nos ha de sustentar y alimentar cuando aclare, cuando amanezca!
Tú, maíz; tú tzité; tú, suerte; tú, criatura: ¡únanse y júntense!, les dijeron al maíz, al tzité, a la suerte, a la criatura.
Entonces hablaron y dijeron la verdad: --Buenos saldrán sus muñecos hechos de madera; hablarán y conversarán sobre la faz de la tierra.
-¡Así sea!, contestaron cuando hablaron.
Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera.
Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie de la tierra.
Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas.
Ya no se acordaban  del Corazón del Cielo y por eso cayeron en desgracia. Fue solamente un ensayo, una muestra del hombres. Hablaban al principio, pero su cara estaba enjuta; sus pies y sus manos no tenían consistencia; no tenían sangre, ni substancia, ni humedad, ni gordura; sus mejillas estaban secas, secos sus pies y sus manos, y amarillas sus carnes.
Así, ya no pensaban en el Creador no en el Formador, en los que les daban el ser y cuidaban de ellos.
Estos fueron los primeros hombres que en gran número existieron sobre la faz de la tierra.
Popol Vuh, "Primera creación del hombre", anónimo (fragmento)

Lo Fantástico

Lo Fantástico


Definición de Todorov

Una de las posiciones más difundidas es la del crítico estructuralista Tzvetan Todorov y su ensayo Introducción a la literatura fantástica. Siguiendo algunas de las características de la definición de Guy de Maupassant, Todorov profundizó la definición y nombró las dos características que identifican al género fantástico: la vacilación del lector en torno a los fenómenos narrados y, por otro lado, una forma de leer dichos fenómenos que no sea alegórica ni poética.
Con estas condiciones en mente, Todorov opone lo que él llama fantástico puro a otros dos conceptos cercanos:


Lo fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre; en cuanto se elige una respuesta u otra, se abandona lo fantástico para entrar en un género vecino: lo extraño o lo maravilloso. Lo fantástico es la vacilación que experimenta un ser que sólo conoce las leyes naturales, ante un acontecimiento al parecer sobrenatural. Henry James, autor de Otra vuelta de tuerca.


Lo extraño o insólito es una categoría que agrupa a aquellos relatos en los cuales las causas, aparentemente sobrenaturales e inexplicables por vías racionales terminan por tener una explicación que concuerda con las leyes del mundo conocible como ocurre en el cuento “Los crímenes de la Rue Morgue” de Edgar Allan Poe o en las ficciones góticas de Clara ReeveAnn Radcliffe. Lo maravilloso sería aquello que se ubica en el lado opuesto a lo insólito, siendo aquel conjunto de obras en que la incertidumbre es despejada pero su explicación remite a nuevas leyes que no van de acuerdo a la realidad conocida, lo que ocurre en las obras de Walpole. Así, el estudioso señala que el fantástico propiamente dicho es escaso y abarcaría ejemplos como Otra vuelta de tuerca de Henry James, donde la intriga no es resuelta o Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki.


Todorov amplió su clasificación diciendo que lo maravilloso corresponde a lo desconocido, lo que está por venir –por lo tanto corresponde al tiempo futuro– y lo extraño a una experiencia previa en la cual se produce la irrupción de lo anormal –por lo tanto corresponde al pasado–. Además, estas dos formas que se hallan a ambos lados del fantástico tienen subdivisiones: la zona de lo insólito que linda con lo fantástico se llama fantástico-insólito.

Allí hay explicaciones racionales a las dudas despertadas por el texto, pero abundan las coincidencias sospechosas; "La caída de la casa Usher" es el ejemplo que Todorov esgrimió para ilustrar este punto. El extremo de esta forma está en lo extraño-puro, donde las explicaciones racionales son perfectamente plausibles como exégesis de incidentes en apariencia sobrenaturales -como ocurre en muchas novelas policiales que coquetean con la idea de un crimen cometido por fuerzas sobrehumanas-. Lo fantástico maravilloso, por otro lado, es lo más cercano al fantástico puro,pero en él se acepta la exégesis irracional tras la duda inicial. En lo maravilloso puro –cuyos límites no están muy bien definidos según el estudioso– los eventos anormales son comunes y no reciben reacción particular por parte de lo personajes o el lector.

Las propuestas de Todorov, no obstante, han recibido algunas críticas y objeciones por su enfoque cerrado. En su prólogo a la Introducción a la literatura fantástica, Elvio Gandolfo escribió acerca de las conclusiones del estudio que

Según una de ellas, lo fantástico propiamente dicho habría durado apenas unas décadas del siglo XIX […] Aplicada al extremo, la definición deja un porcentaje más alto de relatos fuera que los que abarca, y limita demasiado su alcance en el tiempo. Por otra parte la definición de ese tono como “género” le hace tratar sin demasiada definición a géneros indiscutibles como el policial y, sobre todo, la ciencia-ficción, erróneamente considerada casi como una sucursal de lo fantástico.
La crítica de Gandolfo apunta a que Todorov consideró que la irrupción del psicoanálisis liquidó el componente irracional produciendo la muerte del género. Rosemary Jackson también habla de las limitaciones del estudio de su colega pero adujo que Todorov no tuvo en consideración las ventajas del enfoque psicoanalítico para abordar los relatos fantásticos.


Definición de Rosemary Jackson

Rosemary Jackson planteó modificaciones a ciertas fallas del modelo propuesto por Todorov. Para la investigadora, el principal defecto de esa teoría residía en la mezcla de categorías literarias y no literarias ya que, mientras que lo maravilloso y lo fantástico pertenecen a las primeras, lo extraño o insólito no.

En Fanstasy: Literatura y subversión ella propone estudiar el fantasy –término específico que utiliza– no como un género, tal y como lo hizo Todorov, sino como un modo literario. Esta perspectiva permitiría entender cómo el fantasy adopta diferentes “disfraces” en relatos de cortes tan disímiles.


Otras definiciones

La filóloga argentina Ana María Barrenechea cuestionó las limitaciones de la teoría expuesta en la Introducción a la literatura fantástica. Define la literatura fantástica de la siguiente forma: «la que presenta en forma de problemas hechos a-normales, a-naturales o irreales en contraste con hechos reales, normales o naturales». El conflicto que se genera cuando los eventos anormales colisionana contra el orden de la realidad es donde la investigadora pone el acento, sosteniendo que se da una intersección de órdenes (el racional y el irracional). También discutió con Todorov en torno al sentido alegórico, ya que sostuvo el poder de la alegoría para reforzar la el sentido del fantástico, sobre todo en la literatura contemporánea.


La italiana Rosalba Campra define al género en torno a los silencios, comparando en algún punto la relación texto lector con un modelo de comunicación. En un relato, el silencio (término empleado para designar lo que permanece oculto) puede encontrar una resolución o no. Aquellos que permanecen en el territorio de lo enigmático corresponden al fantástico, «un silencio cuya naturaleza y función consisten precisamente en no poder ser llenado».

Pampa Arán comienza por hacer una distinción entre ‘lo fantástico’ “como categoría epistemología” de donde pueden abrevar otros géneros, y ‘el fantástico’. En el primero entrarían las creencias religiosas, fenómenos de ocultismos, folklore, magia, entre otros; y en el segundo a la oposición, en clave literaria, con el realismo.

David Roas considera —en un intento conciliador de posturas—, como una condición indispensable para señalar el carácter fantástico de un texto, la intromisión de lo sobrenatural. Aclara que no todos los textos en los que sucedan hechos sobrenaturales —como podría ser la literatura medieval, los libros de caballerías, las epopeyas griegas, y la ciencia ficción— son fantásticos. Considera que la literatura fantástica es la única que necesita de lo sobrenatural para funcionar.


El tiempo



El tiempo de los mayas nació y tuvo nombre cuando no existía el cielo ni había despertado todavía la tierra.
Los días partieron del oriente y se echaron a caminar.
El primer día sacó de sus entrañas al cielo y a la tierra.
El segundo día hizo la escalera por donde baja la lluvia.
Obras del tercero fueron los ciclos de la mar y de la tierra y la muchedumbre de las cosas.
Por voluntad del cuarto día, la tierra y el cielo se inclinaron y pudieron encontrarse.
El quinto día decidió que todos trabajaran.
Del sexto salió la primera luz.
En los lugares donde no había nada, el séptimo día puso tierra. El octavo clavó en la tierra sus manos y sus pies.
El noveno día creó los mundos inferiores. El décimo día destinó los mundos inferiores a quienes tienen veneno en el alma.
Dentro del sol, el undécimo día modeló la piedra y el árbol.
Fue el duodécimo quien hizo el viento. Sopló viento y lo llamó espíritu, porque no había muerte dentro de él.
El décimo tercer día mojó la tierra y con barro amasó un cuerpo como el nuestro.
Así se recuerda en Yucatán.
Eduardo Galeano – Memoria del fuego I. Los Nacimientos


El fuego Mortal

El fuego mortal: Prometeo y Pandora



Hubo en el mundo una edad dorada en la que los dioses y el hombre convivían en paz, un tiempo anterior a que se desatara la lucha entre los dioses olímpicos y los Titanes.
En ese entonces, los hombres compartían festines con los dioses, desconocían los males que afligen hoy a la raza de los mortales y eran siempre jóvenes; no conocían el nacimiento y la muerte.

Los Héroes Legendarios

Los Héroes Legendarios
El modelo heroico

Cuando analizamos la historia, advertimos que ciertas figuras como Julio César, Carlo Magno, Napoleón o San Martín, o sea los ídolos de las nacionalidades, son vistos por el pueblo de una manera muy diferente de como lo exponen los historiadores. Cada nación tiene sus héroes.

La necesidad de autoidentificarse con los modelos, ya sean éstos positivos o negativos, es una constante del ser humano, en todo tiempo y en todo lugar. Esta necesidad se acentúa en la adolescencia por ser una etapa decisiva en la formación de la personalidad. Un deportista, un cantante, y aún el líder de una patota, pueden ofrecerse como modelos o antimodelos que guían la conducta de los jóvenes, sobre todo a niveles inconscientes.
La psicología profunda se ha ocupado largamente de esta cuestión, pero la complejidad de la vida moderna y la falta de perspectiva -al ser protagonistas del problema- impide a los jóvenes, muchas veces, ver con claridad qué les sucede.
El estudio de los modelos heroicos suele aclarar con frecuencia nuestros estados de ánimo frente a la existencia cotidiana y a los acontecimientos históricos que nos involucran. Es más: muchos de los héroes de las historietas y del cine que nos han seducido desde la infancia reproducen las acciones de los héroes míticos.
Estos héroes sitúan su experiencia en un tiempo anterior a la historia; los antiguos llamaban “illus tempus” (aquel tiempo) a ese momento mágico, legendario, situado fuera de la historia, y que deja su marca en la fórmula que comienza el relato bíblico (“...en aquellos días) y en los de hadas (“había una vez”) . Se los conoce como héroes fundacionales ya que constituyen un arquetipo (primer modelo) a imitar; su ejemplo, pues, la primera manifestación ética que la humanidad conoce.

También se los considera representaciones simbólicas de la condición humana. Por lo tanto, sus actitudes expresan, con frecuencia, la dualidad entre los aspectos positivos y negativos que conforman toda personalidad,

De la epopeya maravillosa a la historieta




Gilgamesh (Epopeya babilónica)
Gilgamesh, rey de la ciudad mesopotámica de Uruk, y Enkidu, su doble hecho de arcilla, decidieron descender hasta el bosque de los Cedros, fuente de los males del mundo, para acabar con ellos. Su espesura escondía los misterios del dios Enlil, custodiados por Jumbaba. Con el beneplácito de Shamash, deidad sol, a quien ofrecieron sacrificios antes de partir, penetraron en el bosque maravilloso. Sueños simbólicos de montañas derrumbadas y luminosos seres sobrenaturales auguraron el triunfo de Gilgamesh y su compañero. Con poderosas hachas y espadas y la ayuda de los vientos, talaron los cedros que protegían al llameante Jumbaba. Éste, al verse perdido, pidió clemencia, pero Enkidu aconsejó al rey que no lo escuchara, pues era un demonio traidor y tal vez decidiera vengarse.
Así es que lo decapitaron: Enlil, furioso, retiró sus poderes del bosque. La diosa Ishtar, admirada del valor de Gilgamesh y de su viril belleza, quiso desposarse con el, pero el rey se negó, conocedor de la perfidia que la caracterizaba. Ishtar, para vengarse, envió un Toro Celeste cuyo solo soplo era capaz de matar a cien hombres. Pero Enkidu y Gilgamesh lo vencieron.
Entonces los dioses decidieron castigar la osadía de los compañeros y causaron la muerte de Enkidu.
Solitario y apesadumbrado, Gilgamesh partió en busca del inmortal Utnapislitim, dueño de toda la sabiduría de la tierra. Para llegar a ć1 debió atravesar el oscuro interior de una montaña custodiada por el hombre escorpión, el jardín de las piedras preciosas sin tomar ninguna, y un inmenso mar.
El sabio instruyó a Gilgamesh en la sabiduría de los dioses y le ofreció la planta de la inmortalidad, pero en el viaje de regreso la serpiente robó el codiciado tesoro. No obstante, el héroe volvió a Uruk y fue -merced a su sapiencia— un justo rey:
Él fue sabio entre los sabios, penetró los misterios, supo el secreto de cuanto estaba oculto.
El nos reveló cuanto hubo en los días pasados, antes del Diluvio.
Su vida fue un largo viaje, aprendió sufriendo
y volviendo de lejanos trabajos, grabó sobre una estela todas sus proezas”.
(Cantar de Gilgamesh, Galerna, Bs. As., 1985. Versión sintetizada.)




Jasón y los argonautas (mito helénico)*

Esón, rey de Yolcos, fue destronado por su hermanastro Pelías, El primero, temeroso del destino de su hijo Jasón, lo dio en custodia al centauro Quirón. Ya grande, Jasón reclamó el trono a Pelías, este impuso como condición que el joven rescatara un velloncino de oro de las tierras de Cólquida. El héroe partió en un navío con cincuenta argonautas y debió cumplir numerosas pruebas de valor y astucia antes de llegar a destino. Así fue que venció tempestades, liberó a un rey. de las garras de las arpías, esquivó rocas vivientes, etc.). Ya en la Cólquida, Afrodita, diosa del amor, encantó a Medea, la hija del rey del lugar, para que ayudara al héroe en su misión. Jasón logró cumplir las pruebas impuestas (uncir dos toros que arrojaban fuego por la boca y sembrar un campo con dientes de serpiente) pero el rey se negó a devolver el velloncino.
Entonces Medea durmió con pociones mágicas al dragón que custodiaba la gruta sagrada donde se encontraba el preciado velloncino de oro y huyó con Jasón y los argonautas, perseguida por sus parientes. Al desposar a Medea, Jasón quedó libre de la persecución y pudo regresar a Tesalía. Pero allí se encuentra con la sorpresa del asesinato de sus padres por orden de Pelías.
Medea ayuda a su esposo a vengar con la muerte la atrocidad cometida. Jasón renuncia al trono, restituye el velloncino al templo de Zeus y se retira a gobernar Corintio, cuyo trono pertenecía a Medea.
* Este relato pertenece al ciclo mítico helénico anterior a la guerra de Troya. Su versión moderna
es ofrecida por: GRAVES, R. Los mitos griegos, Bs. As., Losada, 1967.




El rey Arturo y los Caballeros de la tabla redonda (leyenda medieval inglesa)*
A la muerte de Uther, gran rey de galos y bretones, y bajo peligro de ser conquistados por el pueblo bárbaro sajón, los caballeros del reino se reunieron para designar sucesor al trono.
Grandes rivalidades y ambiciones impedían llegar a un acuerdo. Entonces Merlín, el poderoso y taciturno mago, llegó con la noticia de una extraña espada grabada con una inscripción: sólo aquel que fuera capaz de desenterrarla de la roca en que estaba clavada (y que había emergido del mar por encanto) sería rey.
Inútil fue el intento de todos los caballeros, hasta que —a la hora del poniente— un joven desconocido llegó hasta allí, montado en su caballo, y sin ningún esfuerzo tomó la espada, cuyo nombre estaba grabado en la hoja: EXCALIBUR. Merlín reconoció en el al hijo de Uther, Arturo. Los caballeros allí reunidos le juraron fidelidad. Luego de vencer a los invasores y restaurar la justicia, en el momento de mayor gloria y por Consejo de Merlín, Arturo desposó a Ginebra, la princesa más hermosa de Europa, celebrada por todos los poetas y festejada por los caballeros de mayor renombre.
En el palacio de Caerleón, el sabio mago instituyó una sala con una gran mesa redonda para que -de igual a igual- cincuenta caballeros deliberaran con el rey sobre la mejor manera de proteger a los débiles, desbaratar intrigas y humillar a los soberbios, según rezaba en los códigos de caballería.


*Según la tradición, Arturo fue nombrado rey de Bretaña –actual Inglaterra- en el año 516. Su leyenda forma parte del ciclo bretón. En el siglo XII fue escrita en forma de poema por Roberto Wace y dio pie a múltiples recreaciones. 

(ver  actividad en Evernote Héroes legendarios)

21/11/14

La mitología precolombina

EL POPOL VUH


Conocemos como mitología precolombina la etapa de la historia de América anterior a la llegada de los europeos. En 1492, cuando arribó la expedición de Cristóbal Colón, el territorio americano solo estaba habitado por pueblos aborígenes. Tres de estas culturas (la maya-quiché, la azteca o nahuatl y la inca o quechua) habían logrado un notable grado de desarrollo: en la construcción de grandes ciudades con imponentes edificios, en la realización de obras artísticas y en la implementación de importantes sistemas para favorecer los cultivos y el bienestar de sus habitantes.
La civilización más antigua fue la de los mayas quienes habitaron en una región que en la actualidad forma parte de Guatemala, Honduras, Belice y el sur de México. Tuvieron su época de esplendor entre los siglos III y IX d.C.
Los antiguos mayas vivían en ciudades Estado independientes entre sí.  Cada una tenía su propio gobierno,  pero compartían la lengua, la escritura, las creencias y muchas costumbres; y a veces se unían ante algún conflicto. La base de su economía era la agricultura y su principal cultivo,el maíz. Sus avanzados conocimientos científicos les permitieron no solo inventar un sistema de numeración muy exacto -que incluía el cero- y un tipo de escritura jeroglífica para registrar hechos importantes, sino también idear dos calendarios distintos observando el movimiento de los astros.

LA RELIGIOSIDAD MAYA
La vida de los mayas estaba regida por la religión y sus ciudades eran verdaderos centros ceremoniales. Adoraban a muchísimos dioses con oraciones, ayunos y hasta sacrificios de animales y humanos. Sus dioses encarnaban las fuerzas de la naturaleza, como el rayo o la lluvia, y los elementos primordiales, como el agua, el fuego, el aire y la tierra. Podían tener formas humanas, animales, vegetales y astrales. El dios principal era Hunab, al que consideraban dios de los dioses y creador del universo.

El trabajo minuciosos de los arqueólogos en los restos de las distintas ciudades mayas ha sido fundamental para poder reconstruir su religión y su cultura. Una fuente importante para el conocimiento de los relatos mayas sobre el origen del mundo y el desarrollo de su civilización son los libros sagrados que se han conservado hasta la actualidad. Un ejemplo es el Popol Vuh o Libro del Consejo,  del que viste un relato adaptado en el video de arriba. 

Un mito de origen

A las puertas del Olimpo



Para los griegos las cosas empezaron así...

Al principio, todo estaba revuelto: el agua no corría, las tierras no eran sólidas, en fin, reinaba el Caos (que en griego quiere decir "la boca del abismo"). De Caos nacieron la noche y la Oscuridad, que lo destronaron y engendraron a Éter (el aire luminoso de las alturas) y al Día. 

De ellos nacieron la Tierra y el Mar. Por aquellos tiempos también existía Eros (el amor), un poder tan antiguo como el Caos, pero que impulsaba a la unión y a la creación  Con su fuerza, Eros engendró la vida en la Tierra hasta entonces desierta, y florecieron las plantas, crecieron los animales, se poblaron las aguas y el Cielo lo abrazó todo.

De la unión entre el Cielo y la Tierra, nacieron doce Titanes enormes y fortísimos, tres Cíclopes (que se llamaban así porque tenían un solo ojo, ubicado en medio de la frente) y tres Gigantes. El Cielo, temeroso de la fuerza de sus hijos, fue encerrándolos a medida que nacían en el abismo del Tártaro.

Finalmente la Tierra como buena madre, decidió liberarlos y el menor de los Titanes, Cronos (el Tiempo), eliminó a su padre, ocupó su lugar y comenzó a reinar junto a sus hermanos. Cierta vez, Eros convocó a los hijos de un Titán, llamados Prometeo y Epimeteo, y les pidió que modelaran un ser capaz de dominar a todos los animales que poblaban la Tierra.

Prometeo tomó arcilla húmeda y modeló figuras con forma semejante a la de los dioses. Eros les infundió con su soplo el espíritu de la vida, y así nacieron las personas.

Prometeo quedó tan encantado con las criaturas recién creadas que quiso ofrecerles algo  que las hiciera mucho más parecidas a los dioses. Entonces robó una chispa del fuego sagrado y se la regaló, para que tuvieran dominio sobre el fuego.

Ese atrevimiento de Prometeo irritó mucho a los dioses, quienes para vengarse crearon a una mujer hermosísima a la que llamaron Pandora. A ella le regalaron un cofre y le ordenaron que jamas intentara abrirlo.

Pandora aceptó la condición y se convirtió en la feliz esposa de Epimeteo. Durante un tiempo vivieron muy contentos; pero, como bien habían previsto los dioses, Pandora no pudo contener su curiosidad y abrió el cofre, del que comenzaron a salir todo clase de males, enfermedades y crímenes, que se esparcieron por el mundo. Sólo la esperanza quedó en el fondo de la caja. 

Así fue como la maldad y las pasiones se fueron adueñando de los hombres. La Tierra se empapó de sangre y la Buena Fe, La Justicia y el Pudor la abandonaron y volaron hacia el cielo. Viendo esto, los dioses consideraron que la raza de los hombres no debía sobrevivir y desbordaron las aguas del Cielo y de la TIerra; tierra y mar se confundieron y solo logró sobrevivir una pareja: un hombre, Deucalión, y su esposa Pirra, considerados justos y piadosos. 

Ambos se mantuvieron a bordo de una débil barca y, cuando las aguas descendieron, lloraron sobre la tierra desierta rogando piedad a los dioses. 

Entonces escucharon una voz poderosa que les decía estas palabras: "Velad vuestros ojos y tirad hacia atrás los huesos de vuestra abuela".

Después del desconcierto del principio se pusieron a meditar y comprendieron que su abuela era la Tierra y que los huesos de la Tierra eran las piedras. 

Entusiasmados, comenzaron a caminar arrojando, a cada paso, una piedra hacia atrás. De las piedras que arrojaba Pirra nacían mujeres y de las que tiraba Deucalión surgían hombres.

Así se repobló la Tierra  después del tremendo diluvio. 

La cosmovisión mitológica

Les dejo un video sobre la mitología

INTRODUCCIÓN A LA MITOLOGÍA

El tema de la mitología, generalmente está envuelto en cierta idea simplificadora respecto a que la mitología sería algo así como un conjunto de cuentos, de historias, de relatos, de dioses, destinadas casi a la sorpresa o al entretenimiento. Nuestro intento de aproximación es ir a las raíces filosóficas, a los orígenes históricos, a las bases del mito como una forma de interpretar la realidad, distinta a la visión moderna racional; y, por otro lado, buscando la naturaleza misma de la experiencia del mito.

En el estudio de la mitología, es un momento inicial indispensable estudiar los que se llaman mitos de creación o los mitos cosmogónicos. Son esos relatos que son el sostén de toda mitología, según la cual se narra en esos mitos de la creación, el origen del mundo, el origen de la vida, el origen de los propios dioses o el origen del hombre, por lo tanto en la visión mítica del mundo era fundamental transmitir, mediante la imaginación de un relato, el proceso por el cual la vida surgió como un orden, un universo de cielo y tierra; superando una situación inicial que se la imaginaba como algo sin forma, algo cercano a lo caótico y por lo tanto a lo oscuro o a lo líquido. Estos mitos de la creación, en las culturas antiguas, son el precedente de otras formas de relatos que narran la creación como el Génesis Bíblico, y a su manera, en la concepción moderna, en la teoría del big bang de la cosmología científica que para la cultura media circula como si fuera un relato.

El estudio moderno de la mitología es fundamental, además de los ya mencionados mitos de la creación, otras expresiones o modos de los mitos, por ejemplo las vastas mitologías heroicas, sobre el ciclo o la aventura del héroe, la mitología de la fertilidad, sobre como la vida resurge por su propia fertilidad en la primavera, por ejemplo, los mitos del más allá, los mitos funerarios, los mitos del pasaje a una presunta vida luego de la muerte del cuerpo físico y también los mitos heroicos, los mitos de iniciación guerrera o las mitologías vinculadas con el propio origen de los dioses.

Una de las ideas que quisimos transmitir es que aunque sea de forma subterránea, pero sostenida, a través del tiempo ciertas estructuras mentales, ciertas formas de entender lo real por parte de la imaginación y el simbolismo de los relatos míticos perduran transformados en nuestra propia estructura mental, por ejemplo, los mitos de la creación tienen sus equivalentes en el mundo moderno; el simbolismo de los mitos que es una forma por lo cual algo físico particular, como un árbol tiene un significado universal, tiene sus equivalentes en el mundo moderno. El dinero o papel es algo físico pero sin embargo significa funciones o riquezas posibles, válidas para todos, que por lo tanto tienen un alcance universal. La mitología del héroe, es otro ejemplo de cómo en nuestra cultura ciertas funciones del héroe: el valor, el sentido de la aventura, la lucha contra el mal, perduran transformados, como por ejemplo los superhéroes en la cultura de masas, en la cultura del entretenimiento, que incorpora la fantasía como una forma de evasión del mundo pero que sostiene una visión de una realidad distinta, imaginativa, como era la que construían los relatos del mito.

En el estudio de la mitología, otra faceta importante es cómo algunos pensadores en la modernidad se han apropiado del relato mítico de la vida para traducirlo en ideas filosóficas con una potencia crítica respecto a la llamada crisis del mundo moderno. Un ejemplo emblemático de la recepción de esa concepción mítica es la filosofía de Nietzche, donde Nitzche ya en sus inicios hizo una lectura alternativa, heterodoxa sobre la Grecia antigua para rescatar al dios Dioniso como un símbolo con potencia filosófica para ejercer una crítica y la propuesta de otro tipo de experiencia de vida en el mundo moderno.

Por último, el estudio de la mitología es válido para alentar otro tipo de percepciones, otro tipo de intuiciones, de reflexiones respecto a cómo el hombre, en la historia de la cultura, construye un mundo, cómo  ordena un universo habitable para el hombre, según sus intereses y necesidades, lo cual supone tener una visión de la experiencia mítica como algo que enriquece por contraste, por diferencia, la comprensión de nuestra propia forma racional, lógica de construcción del mundo. La mitología es también una estímulo hacia la creación artística, hacia una valorización de la poesía, no solo como una expresión de la intimidad, del sentimiento, sino también como una forma de capturar mediante el lenguaje indirecto y lateral de los símbolos ciertos posibles fundamentos o trasfondos del ser o del fundamento del origen mismo de la vida, por lo tanto, el estudio de los mitos contribuye a la apertura del intelecto y quizás también de la sensibilidad hacia otras formas de organización del mundo.

ESTEBAN IERARDO